viernes, 25 de abril de 2008

El poeta en el hotel

Extraido de Vidas breves, 2007, Ediciones Simug, Bs. As.

Ni diablo, ni colina. Camina por la habitación y escucha la calle silenciosa. Es domingo. El hotel de Turín, el hotel de verano de Turín lo deja en la soledad. Baja, compra un cigarrillo y mira a todos por penúltima vez. En las últimas horas ha telefoneado a todas las mujeres y nada. Ya sabe que lo espera una de las formas de la felicidad. Sabe que no lo espera nadie.
El amor ha sido uno de los fantasmas que comieron su frágil corazón de tinieblas. El otro fantasma fue la poesía. Por eso siente que su vida está justificada: ha escrito un verso inmortal. Y ese verso contiene el acto próximo que también lo salva del abismo.
Cesare Pavese, de vuelta en la habitación ruinosa, se pega un tiro. Un gato salta después del disparo, quizás buscando al que no ha muerto, al que todavía está en el silencio del poema.